En el aspecto físico, la práctica de Tai-chi y del Chi-kung
favorece el funcionamiento de los órganos internos, sistema
digestivo, respiratorio y circulatorio. Mejora el sistema
inmunológico y el sistema nervioso. Ayuda a resolver
problemas de espalda, de articulaciones, de músculos... |
En el aspecto psicológico, mejora la capacidad de atención
y de concentración. Nos acerca al conocimiento profundo de
nosotros mismos. Desarrolla la capacidad de sentirnos y de
aceptarnos como somos, mejorando nuestra autoestima. También
aumenta nuestra creatividad y despierta una gran habilidad
para enfrentarnos a los problemas de la vida cotidiana de
forma más serena y eficaz. |